Hace un par de meses me gradué de mi doctorado y una muy buena amiga me regaló un libro: un libro de ciencia ficción. Ahora bien, nunca he sido un gran lector. A menudo me cuesta visualizar los escenarios descritos en los libros, recordar las características físicas de los personajes y, en general, mantener el hilo de la historia cuando leo. La ciencia ficción, en particular, suele ser un desafío para mí debido al nivel de imaginación que a veces se requiere para disfrutar de estos libros. Cuando mi amiga me dio este libro, sabiendo mi (digamos, algo escéptica) visión de la ciencia ficción, ella estaba bastante segura de que me iba a encantar. Y resulta que tenía razón.
Ascensión cuenta la historia de Leigh, una bióloga marina que encuentra su pasión en el mundo submarino estudiando organismos antiguos. Durante su doctorado, se une a un grupo de investigadores para estudiar una nueva fuente hidrotermal descubierta en el océano Atlántico, con la esperanza de encontrar pruebas de las primeras formas de vida en la Tierra. Lo que encuentra, sin embargo, desafía todo lo que pensábamos saber sobre nuestros orígenes. Su descubrimiento la lleva eventualmente a trabajar para una nueva agencia espacial, donde se enfrenta a una decisión que cambiará su vida: embarcarse en un viaje que podría llevarla a través del universo.
Este libro es, sin duda, uno de los más cautivadores y estimulantes que he leído en mucho tiempo. Aquí les dejo tres razones por las que deberían leer Ascensión de Martin MacInnes.
1. ¡Astronomía, astronomía y más astronomía!
No sería justo recomendar un libro aquí que no hable de astronomía. Como han señalado muchos lectores y críticos, Ascensión te lleva a un viaje extraordinario por el cosmos, combinando precisión científica con una gran narrativa. La historia se toma su tiempo para introducir una variedad de conceptos astronómicos, ubicaciones espaciales y misiones, todo descrito con tal detalle que la historia parece leerse como las notas de campo de un investigador durante una expedición interestelar real.
Llevándonos a los límites del sistema solar, el libro describe lugares como la Nube de Oort, una vasta región esférica de cuerpos helados que se encuentra más allá de la órbita de Neptuno. Aunque nunca se ha observado directamente, la comunidad científica cree que se extiende desde aproximadamente 2.000 hasta 100.000 unidades astronómicas (UA) del Sol. Se cree que la Nube de Oort es un reservorio de cometas y otros objetos helados que quedaron atrapados desde los primeros tiempos del sistema solar. Estos objetos están distribuidos en dos regiones: la Nube de Oort interior, más cercana al Sol, y la Nube de Oort exterior, que se extiende hacia el espacio interestelar. De vez en cuando, las fuerzas gravitacionales de estrellas cercanas o movimientos galácticos perturban estos objetos, enviándolos hacia el sistema solar interior, donde se convierten en cometas visibles.
El libro también menciona la heliosfera y la heliopausa, dos características fundamentales de nuestro sistema solar. Compuesta principalmente de electrones y protones, la heliosfera es creada por el viento solar. Esta se extiende mucho más allá de la órbita de Plutón, envolviendo todo el sistema solar y actuando como un escudo protector contra los rayos cósmicos y otras radiaciones de alta energía provenientes del espacio exterior. El límite donde el viento solar disminuye su velocidad y es superado por la presión del medio interestelar se conoce como la heliopausa. Este límite marca el borde de la heliosfera y el inicio del espacio interestelar. Cruzar la heliopausa significa entrar en una región donde el viento solar ya no domina, y el entorno se ve más influenciado por los materiales provenientes de otras estrellas en nuestra galaxia.
A medida que la historia se adentra en estas regiones lejanas, no pierde la oportunidad de mencionar también las misiones Voyager. Lanzadas en 1977, las naves espaciales Voyager 1 y Voyager 2 de la NASA fueron diseñadas para explorar los planetas exteriores del sistema solar y luego continuar como las primeras sondas interestelares de la humanidad. Estas misiones han superado las expectativas originales y siguen enviando datos mientras viajan más y más lejos en el espacio. Actualmente, la Voyager 1 es el objeto hecho por la humanidad más distante de la Tierra, habiendo cruzado la heliopausa en 2012 y entrando en el espacio interestelar. La Voyager 2, que siguió una trayectoria diferente, cruzó la heliopausa en 2018. Ambas naves espaciales son ahora parte de la Misión Voyager Interestelar, viajando más allá de la influencia directa del Sol y proporcionando valiosos conocimientos sobre el misterioso espacio entre otras estrellas.Este es solo un pequeño adelanto de los muchos conceptos astronómicos y misiones espaciales descritas a lo largo de Ascensión. Con un escenario tan fascinante, la trama de la historia es tan emocionante como rica en ciencia!
2. Visita a algunos puntos de referencia astronómica en la Tierra
Cuando pensamos en astronomía, solemos centrarnos en planetas, estrellas y galaxias, lo cual tiene sentido, porque la astronomía, por definición, se refiere al estudio de objetos que existen naturalmente en el espacio. Pero la astronomía no se trata solo de observar el universo; también se trata de los lugares en la Tierra que permiten y apoyan esta investigación. Ascensión nos recuerda algunos lugares importantes alrededor del mundo que desempeñan un papel crucial en avanzar nuestra comprensión del universo. Aquí algunos de estos sitios esenciales, cada uno contribuyendo a la astronomía de manera única.
Observatorio Goldstone
Ubicado en el desierto de Mojave en California (EE. UU.), el Observatorio Goldstone es una de las instalaciones más importantes del mundo para las comunicaciones con el espacio exterior. Como parte de la Deep Space Network de la NASA (DSN), Goldstone juega un papel crucial en el apoyo a la comunicación, el rastreo y el monitoreo de naves espaciales a través de planetas distantes, lunas, y otros objetos en el sistema solar.
Goldstone no trabaja solo. Es parte de una red global de tres estaciones de comunicaciones espaciales, estratégicamente ubicadas alrededor del mundo: uno en Madrid (España) y otro en Canberra (Australia). Juntas, estas estaciones garantizan una cobertura continua de las misiones que exploran nuestro sistema solar y más allá.
Goldstone ha apoyado muchas misiones espaciales, incluyendo el programa lunar Apolo, las exploraciones Mars Rovers, y las sondas Voyager.
Centro Espacial Guayana
Ubicado a más de 2,000 kilómetros al este de Bogotá (Colombia), cerca de la ciudad de Kourou en la Guayana Francesa, el Centro Espacial de Guayana (CSG, por sus siglas en inglés) ha sido un centro vital para lanzamientos espaciales desde 1964. Sirviendo como sitio de lanzamiento para misiones comerciales y gubernamentales, el CSG ha jugado un papel importante enviando naves espaciales a la órbita con diversos propósitos. Entre sus lanzamientos más notables se incluyen ARSAT-1, el primer satélite de comunicaciones geoestacionario construido en América Latina, que proporciona servicios de telecomunicaciones en Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay; la misión BepiColombo para explorar el campo magnético de Mercurio; el satélite Sky Muster para mejorar la conectividad a internet en Australia; y, más recientemente, el lanzamiento histórico del Telescopio Espacial James Webb en diciembre de 2021.
Una de las principales ventajas del CSG es su ubicación cerca del ecuador. La Tierra gira más rápido en el ecuador, y esta velocidad de rotación le da un impulso adicional a los cohetes cuando se lanzan hacia el este (dirección en la que rota la Tierra). Al aprovechar esta velocidad natural, los cohetes requieren menos combustible para llegar a la órbita, haciendo los lanzamientos más eficientes y rentables.
Isla Ascensión
Situada aproximadamente a mitad de camino entre América del Sur y África, en el océano Atlántico Sur, la Isla Ascensión es una pequeña isla volcánica con un gran rol en las operaciones espaciales. Como parte de la Red Espacial de la NASA, Ascensión apoya la comunicación con satélites en la órbita baja de la Tierra (LEO), incluidos aquellos utilizados para observación terrestre, telecomunicaciones e investigaciones científicas.
Una de las funciones más importantes de Ascensión es apoyar la recuperación de cápsulas espaciales que aterrizan en el océano tras completar sus misiones. Aunque la isla misma no realiza la recuperación, juega un papel clave en el seguimiento y la coordinación de los barcos de recuperación que convergen en el sitio de caída. Las avanzadas instalaciones de comunicación y rastreo de Ascensión proporcionan datos en tiempo real a los equipos de recuperación, asegurando operaciones fluidas y la recuperación segura de las cápsulas espaciales.Cada uno de estos lugares es explorado en detalle en Ascensión, destacando sus contribuciones a la exploración espacial y haciendo que la historia sea científicamente precisa. Tal vez uno de estos lugares podría ser su próximo destino de vacaciones!
3. Una celebración a la interdisciplinariedad en la ciencia
Una de las lecciones clave de Ascensión es el poder de la interdisciplinariedad en la ciencia moderna. Desde la primera página, la historia introduce una mezcla vibrante de campos científicos, donde expertos de diferentes disciplinas se unen para perseguir un objetivo común. La historia combina elementos de biología de algas, astronomía, ingeniería de sistemas y mecánica, fisiología e incluso psicología, ilustrando cómo la colaboración entre estas diversas áreas puede impulsar el descubrimiento científico. Es un recordatorio fascinante de que la innovación a menudo surge cuando los investigadores de campos inesperados unen fuerzas. Después de todo, ¡Leigh, una bióloga marina, acaba trabajando para una agencia espacial!
¿La vida imita al arte? En este caso, yo diría que sí. Instituciones de investigación importantes como la NASA, CERN y la Sociedad Max Planck prosperan gracias a la experiencia diversa de su personal, que proviene de una amplia gama de disciplinas científicas. Aunque es fácil asumir que sólo profesionales en física o química trabajan en estas organizaciones, la realidad es mucho más inclusiva. Estas agencias dependen de individuos con una variedad de experiencias que pueden aplicar sus habilidades únicas a diferentes desafíos. La clave no es solo ser un experto; es ser apasionado por el trabajo y lo suficientemente adaptable como para contribuir a los objetivos específicos de un proyecto.
La ciencia se encuentra con la ficción
Uno de los aspectos más cautivadores de Ascensión es lo científicamente preciso y accesible que resulta. Aunque el libro narra una historia de ciencia ficción, la atención al detalle en la representación de los diferentes conceptos astronómicos, las definiciones, los escenarios físicos e incluso las reacciones de los personajes hace que la narrativa se sienta sorprendentemente real. Es como si estuvieras leyendo acerca de alguien que podrías conocer—alguien con quien podrías haberte ido a la universidad o incluso tú mismo. La historia se siente anclada en la realidad y ofrece una visión fascinante de cómo podría ser una carrera en investigación, con todos sus desafíos, triunfos, y matices.
Si está buscando una lectura fascinante para cerrar el año, te recomendaría Ascensión al 100%. El libro te lleva en un viaje inolvidable: alrededor de la Tierra, por el espacio, y por el mundo de la investigación. Cautivador desde la primera página y absolutamente hipnotizante durante toda su extensión, este libro seguro dejará una impresión en ti.
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