Artículo en el que se basa este astrobito: A pristine record of outer Solar System materials from asteroid Ryugu’s returned sample
Autoría: Motoo Ito, Naotaka Tomioka, Masayuki Uesugi et al.
Institución del primer autor: Kochi Institute for Core Sample Research, X-Star, Japan Agency for Marine-Earth Science Technology (JAMSTEC), Nankoku, Japan.
Estado de la publicación: publicado en “Nature Astronomy” 6, 1163-1171 (2022)
El asteroide Ryugu, un mensajero del pasado de nuestro Sistema Solar
El protagonista de este artículo es el asteroide Ryugu (imagen de portada) Descubierto en 1999, se trata de un asteroide clasificado como un objeto primitivo rico en carbono, orbitando cerca de la Tierra. Este tipo de asteroides es de gran interés científico porque contienen materiales que apenas han cambiado desde la formación del Sistema Solar, hace unos 4.600 millones de años. Por lo tanto, son de gran valor para el estudio de la composición química, no solo del Sistema Solar sino también de nuestro planeta. La misión Hayabusa 2 de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), mostrada en la Figura 1, fue lanzada al asteroide Ryugu para estudiar su composición en detalle entre 2018 y 2019. Durante este período, la nave recopiló datos remotos y tomó muestras de su superficie.
En dos misiones de recolección, Hayabusa 2 obtuvo material tanto de la superficie como del subsuelo de Ryugu. Estas muestras fueron enviadas de vuelta a la Tierra en 2020, permitiendo un análisis exhaustivo de la composición de Ryugu. En el artículo presentado en este astrobito, el equipo investigador responsable analiza la composición mineralógica, química y orgánica de ocho partículas recolectadas, ofreciendo información crucial sobre el origen y la evolución de Ryugu, que a su vez puede revelar el origen de ciertos elementos presentes en nuestro Sistema Solar y en la Tierra.
La composición química única de Ryugu
El análisis de las partículas indica que Ryugu está compuesto principalmente por filosilicatos, un tipo de mineral asociado a procesos de alteración acuosa. La presencia de este tipo de compuestos sugiere que el asteroide tuvo contacto significativo con agua en el pasado. También se encontraron carbonatos, sulfuros, magnetita y pequeñas cantidades de silicatos anhidros. Estos últimos en concreto componen en gran parte la corteza terrestre. Esta mezcla de materiales es consistente con los meteoritos de condrita, es decir, asteroides rocosos que no han sufrido procesos de fusión en los asteroides de los que proceden, lo que significa que su composición se ha mantenido prácticamente inalterada a lo largo de su historia.
La importancia de la composición de Ryugu
Varias de las características del asteroide Ryugu parecen claves para arrojar un poco de luz al todavía desconocido origen de la química de nuestro Sistema Solar y de nuestro planeta. El hecho de que la composición de este asteroide haya permanecido inalterada a lo largo de millones de años indica que puede ser el indicador perfecto para estudiar el origen de los elementos que conocemos en la Tierra, y concretamente de la presencia de agua en nuestro planeta.
La presencia de los filosilicatos indica la que Ryugu ha debido tener contacto con materia acuosa en el pasado. Por lo tanto estudiando este tipo de cuerpos rocosos es posible obtener más información sobre las condiciones tempranas del Sistema Solar y sobre cómo los materiales esenciales para la vida pueden haberse distribuido en el Sistema Solar temprano. Además, las abundancias de elementos como hidrógeno o nitrógeno es compatible con un origen externo al Sistema Solar. Por lo tanto, Ryugu podría también albergar importantes pistas sobre la fuente de estos elementos, y representa a día de hoy la fuente de información más grande que tenemos para responder a estas preguntas.
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