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Estrellita, ¿dónde estás?… ¡muy lejos!

Título Original: «Microlensing at Cosmological Distances: Event Rate Predictions in the Warhol Arc of MACS 0416«
Autores/as: J.M. Palencia, J.M. Diego, L. Dai, M. Pascale, R. Windhorst, A. M. Koekemoer, Sung Kei Li, B. J. Kavanagh, Fengwu Sun, Amruth Alfred, Ashish K. Meena, Thomas J. Broadhurst, Patrick L. Kelly, Derek Perera, Hayley Williams, Adi Zitrin.

Fecha de publicación: 9 de abril de 2025
Estado del artículo: Borrador publicado en arXiv.

¿Puede una estrella aparecer de la nada, brillar con fuerza y desaparecer sin dejar rastro?

Gracias a telescopios como el Hubble y el James Webb, hoy podemos ver estrellas que, de otro modo, estarían fuera de nuestro alcance. Se encuentran a miles de millones de años luz, tan lejos que su luz sería imperceptible. Pero durante unos días, semanas o incluso años, su brillo se multiplica lo suficiente como para hacerse visibles. No es que exploten ni cambien, sino que la gravedad, actuando como una lupa cósmica, las amplifica momentáneamente.

Cúmulos de galaxias como lentes gravitacionales

Imaginemos que una galaxia muy lejana —tan lejana que su luz ha estado viajando desde antes que se formara el Sol— se alinea justo detrás de un cúmulo de galaxias más cercano. Ese cúmulo, con toda su masa, curva el espacio-tiempo a su alrededor: actua como un lente gravitacional.

En ciertos puntos del plano fuente, conocidos como cáusticas, una estrella de fondo puede alinearse de forma tal que su luz se amplifique de manera extrema. Esa amplificación se traduce, en el plano de la lente, en la aparición de un par de imágenes muy cercanas a la curva crítica. Estas dos imágenes, ubicadas a cada lado de esa línea crítica, son casi gemelas y están fuertemente magnificadas. Todo ocurre por la geometría del lente gravitacional, que en esas zonas lleva al límite la amplificación de la luz.

Figura 1: Imaginemos el plano donde está la estrella (plano fuente) y el plano donde la vemos a través del lente gravitacional (plano imagen). En el primero, hay una línea especial llamada cáustica, y en el segundo, su equivalente es la curva crítica. Para estudiar bien lo que ocurre cuando una estrella se acerca a estas zonas, los astrónomos definen un sistema de coordenadas donde el origen está justo en esas líneas, y el eje horizontal coincide con la dirección en la que se estira la imagen. En ese sistema, la curva crítica no es perfectamente horizontal, sino que aparece con una cierta inclinación. Esta geometría es clave para entender cómo se forma y evoluciona el par de imágenes magnificadas cuando una estrella cruza una cáustica. Fuente: Figura 2 del artículo «Microlensing of Extremely Magnified Stars Near Caustics of Galaxy Clusters» (Venumadhav et. al 2017).

Pero la cosa se pone aún más interesante. Dentro del cúmulo de galaxias hay otras cosas: estrellas sueltas, cúmulos globulares, quizás pequeños grupos (halos) de materia oscura. Cada una de estas masas pequeñas también curva la luz, actuando como mini lentes generando pequeñas redes de “microcaústicas”, regiones diminutas en las que la luz se amplifica aún más.

Cuando la estrella de fondo cruza una de estas zonas, su brillo se eleva de manera dramática. Lo suficiente como para que telescopios como el JWST la capten, aunque sea por poco tiempo.

El caso de Warhol

Una galaxia con nombre pop —Warhol— se encuentra justo en el lugar correcto para este tipo de fenómeno. Está detrás del cúmulo MACS J0416, y su luz fue emitida hace aproximadamente 8 mil millones de años. Su forma estirada, como una mancha de acuarela, nos indica que está siendo amplificada por lente gravitacional. Ya se han observado más de una docena de estrellas que parpadearon brevemente en esa galaxia.

Figura 2: Arriba se muestran imágenes en color de la región de Warhol tomadas en cuatro momentos distintos. En ellas se pueden ver los lugares donde aparecieron los destellos transitorios —estrellas que se hicieron visibles por un breve periodo gracias al efecto de lente gravitacional. Estos eventos no son permanentes: aparecen, se desvanecen y, en algunos casos, vuelven a encenderse en nuevas observaciones. Fuente: Figura 2 del artículo «JWST’s PEARLS: Transients in the MACS J0416.1−2403 Field» (Yan et. al 2023).

Un nuevo estudio buscó ir más allá: ¿podemos predecir cuántas estrellas más podríamos detectar ahí? ¿En qué zonas del arco? ¿En qué colores (filtros) del telescopio?

Para eso, los autores del artículo original combinaron los datos de Hubble y JWST, eliminaron la luz que contamina la imagen (como la de la galaxia central del cúmulo), agruparon las regiones similares del arco de Warhol, y analizaron sus colores para estimar cuántas estrellas hay, de qué tipos, y cómo se distribuyen. Luego usaron modelos de lente gravitacional y de microlentes para calcular dónde y con qué probabilidad esas estrellas podrían brillar lo suficiente como para ser detectadas por JWST

El modelo predice que deberían verse al menos una o dos estrellas magnificadas por imagen, algo que coincide con lo que ya se ha observado. Las zonas más cercanas a la curva crítica son las más activas, pero si hay muchas microlentes —por ejemplo, si hay materia oscura compacta como agujeros negros pequeños— el patrón cambia: hay menos eventos justo en el borde y más en zonas más alejadas.

Además, descubrieron que algunas regiones deberían mostrar más eventos en los colores “azules” del telescopio que en los rojos. Pero en la práctica, ocurre lo contrario. ¿Por qué? Podría ser que haya muchas supergigantes rojas en esa galaxia —estrellas frías pero brillantes— que no fueron tomadas en cuenta del todo en el modelo. O podría haber regiones con formación estelar más compleja de lo que se asumía.

Figura 3: Número total de eventos observados en la galaxia Warhol usando el filtro F090W, para distintos niveles de sensibilidad. En este caso, se incluyen también los efectos de millilentes —estructuras más pequeñas como cúmulos globulares— que alteran localmente el lente gravitacional. Cada valor representa el total estimado al sumar los eventos posibles en todos los píxeles de la región analizada (como se muestra en la Figura 2 de Warhol). Esto permite ver cómo cambia la cantidad de estrellas detectables según qué tan profunda sea la observación. Fuente: Figura 10 del artículo original.

Estos destellos no son solo curiosidades astronómicas. Cada uno nos da información sobre la estructura del universo. Nos ayuda a saber cómo se distribuye la materia, incluyendo la materia oscura que no podemos ver directamente. También nos permite estudiar estrellas individuales en galaxias tan lejanas que, sin lente gravitacional, serían invisibles.

 

 

Comentarios

2 comentarios en “Estrellita, ¿dónde estás?… ¡muy lejos!

  1. ¡Hola! Este fenómeno es realmente fascinante: estrellas que, a miles de millones de años luz, parecen surgir de la nada gracias a la enorme lupa que el universo nos presta en forma de lentes gravitacionales. Poder detectar estos destellos fugaces con telescopios como el Hubble y el James Webb es un gran avance para la cosmología y la astrofísica, pues nos abre una ventana directa para estudiar estrellas individuales y también la distribución de materia oscura en esos lejanos cúmulos de galaxias.

    El caso de Warhol, ese arco estirado en MACS J0416, nos muestra cómo la geometría y la masa de un cúmulo pueden amplificar la luz hasta hacer visible lo invisible. Y lo más intrigante es que, gracias a estos eventos de microlente, podemos explorar la estructura del cosmos en escalas minúsculas, desde cúmulos globulares hasta halos de materia oscura compacta, revelando secretos ocultos en la oscuridad.

    Es un bello recordatorio de cómo el universo, con sus enormes distancias y tiempos, aún puede regalarnos esos destellos efímeros que alumbran nuestro conocimiento.

    Un saludo desde
    Quijorna
    https://bajolasestrellas-astrofotografia.blogspot.com/

    Publicado por josé luis menéndez | 24/05/2025, 12:07

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