La sonda solar Parker
El primer astrobito del año 2025 es un poco diferente. Hoy, en lugar de traer con nosotros algún resultado científico recientemente publicado, tenemos como protagonista a la sonda Parker o Parker Solar Probe. Esto es debido a que en los últimos días, nuestra protagonista ha conseguido el gran hito de ser el satélite que ha conseguido volar con éxito más cerca de nuestra estrella, el Sol. Pero, ¿qué es la sonda Parker y por qué es tan importante en el avance de nuestro entendimiento del Sol?
Este satélite, que recibe su nombre en honor al científico Eugene Parker, un pionero en estudios de la física solar y fallecido en 2022 a los 94 años, es una sonda diseñada para revolucionar por completo la comprensión del Sol y su atmósfera. Diseñada y construida por la NASA y el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins en Estados Unidos, tiene como objetivo principal volar por primera vez por la capa más externa de la atmósfera solar, conocida como la corona. Esta capa de la atmósfera, que es posible observar por ejemplo durante un eclipse solar total como se muestra en la Figura 1, está compuesta de plasma a temperaturas alrededor de un millón de grados, hasta 450 veces más que la superficie visible de nuestra estrella.
Un viaje al corazón del Sistema Solar
El viaje de este satélite a través del espacio comienza con su lanzamiento en 2018. Desde entonces, recorre la distancia que nos separa de nuestra estrella a más de 600.000 kilómetros por hora con el fin de estudiar en detalle la corona solar. Para ello, se programaron una serie de vuelos a través de ella, reduciendo la distancia al Sol tras cada uno. Para lograr este objetivo, nuestra protagonista realiza un sobrevuelo al planeta Venus y realiza una maniobra conocida como asistencia gravitatoria. Esto consiste en aprovechar la atracción gravitatoria, en este caso de Venus, para obtener una aceleración que permita al satélite completar la órbita deseada. Este impulso gravitatorio consigue que cada órbita realizada acerque al satélite cada vez más al Sol. De esta manera, en 2021 la sonda Parker se convirtió en el primer satélite espacial en realizar un vuelo a través de la corona solar.
La sonda Parker fue diseñada para una misión de 7 años, incluyendo un total de 7 sobrevuelos a Venus y 24 órbitas en la corona solar, como se muestra en la Figura 2. En Noviembre de 2024 tuvo lugar con éxito el último sobrevuelo al planeta y nos encontramos actualmente en su última órbita en la corona solar. En Nochebuena del pasado 2024 la NASA recibió la confirmación de que la sonda estaba completando su entrada a la corona sin incidentes, convirtiéndose en un éxito rotundo al conseguir enviar un satélite a una distancia al Sol menor que la octava parte de la distancia lo separa de Mercurio, el planeta más cercano. Sin embargo, este viaje no está exento de peligros. Al orbitar tan cerca de nuestra estrella, la sonda llega a alcanzar velocidades tan altas como 200 kilómetros por segundo, haciéndola el objeto más rápido jamás creado por el hombre. Además, debe ser capaz de soportar los hasta 2 millones de grados que puede alcanzar la corona solar, convirtiendo a este satélite en un auténtico hito de la tecnología.
Revolucionando la física solar
Los resultados que traerán los datos extraídos por la sonda Parker prometen grandes avances en el entendimiento de la corona. Gracias a sus características sin precedentes, buscará dar respuesta a preguntas sobre la corona solar que llevan sin respuesta por más de 60 años, como por qué su temperatura es mucho mayor que la temperatura de la superficie del Sol o fotosfera. También permitirá estudiar con mayor precisión y detalle el origen y características del viento solar, una corriente de partículas cargadas aceleradas y expulsadas desde el plasma solar hacia el medio interestelar que llegan a alcanzar nuestro planeta como rayos cósmicos, una forma de radiación que consiste en partículas subatómicas aceleradas que llegan e interaccionan con nuestra atmósfera.
De hecho, esta radiación solar expulsada por los vientos solares es la responsable de las famosas auroras boreales (en el hemisferio norte) y australes (en el hemisferio sur) que podemos ver en la Tierra cuando el Sol muestra fuertes tormentas y llamaradas solares (ver Figura 3), por lo que la sonda Parker también arrojará luz sobre estos fenómenos. Esto también proporcionará información para avanzar significativamente en la predicción del clima espacial y nuestra capacidad de predecirlo, además de entender cómo afecta a la vida en la Tierra y a nuestra tecnología.
Aunque todavía tendremos que esperar para conocer los avances y resultados científicos que la sonda Parker nos trae, lo que es seguro es que nos proporcionará un entendimiento del Sol, su corona y el clima espacial sin precedentes y supondrá un antes y un después para el campo de la física solar, y un avance tecnológico sin precedentes.
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