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Diversidad

Astronomía Queer, Parte 2: construyendo una comunidad más inclusiva

Nota: Este artículo es una traducción al español del artículo Queer Astronomy, Part 2: Building a more inclusive community escrito por Graham Doskoch. En este se hace referencia al acoso y a otras experiencias potencialmente incómodas. A través del artículo, usamos el término queer (pronunciado ‘cuir’) para referirnos tanto a la comunidad LGBTIQ+, como a sus integrantes. Esta traducción contó con la colaboración de Tomás Ahumada.

Crédito de la imagen de portada: Laurie Raye

En la primera parte de este artículo [aquí en inglés] vimos algunos de los retos y desigualdades a las que se enfrentan les astronomes queer, incluyendo acoso, uso continuado de necrónimos (“deadname”, en inglés), y apoyo insuficiente en asuntos en los que tan solo una persona aliada puede suponer una enorme diferencia. Hay muchas razones para el escepticismo sobre la voluntad de solución de este asunto, pero algunes de les 14 astrónomes que entrevisté tienen esperanza de que el campo pueda superar los problemas actuales para ser más inclusivo en el futuro. La Dra. Kaitlin Rasmussen, postdoc en la Universidad de Michigan, cree que “en 20, o quizás 10 años, tendremos los cambios que ansiamos”. Pero, ¿cuáles son esos cambios? ¿Qué tendríamos que cambiar para que les astrónomes LGBTQ+ se sientan segures en su campo? Este es el tema que trataremos hoy, que empieza con reunir al grupo adecuado de personas para liderar la lucha por el cambio.

Construyendo un comité DEI efectivo

Muchos departamentos tienen algún tipo de grupo formal o comité para trabajar en problemas de diversidad, equidad e inclusividad (DEI), lo que es un gran comienzo para empezar a abordar las desigualdades. Sin embargo, tener un comité DEI no implica en absoluto que se utilice adecuadamente. Taylor Hutchison, estudiante de doctorado que investiga galaxias distantes en Texas A&M, explica que el comité de trabajo en igualdad y clima laboral de su departamento era poco efectivo al principio: “No sabían qué hacer, la mayoría eran académicos mayores que intentaban hacer algo, pero en realidad no sabían cómo ser buenos aliados… Tampoco hay las estructuras necesarias. No es que no sean acogedores, simplemente no se habla realmente de ello.” Winter Parts, estudiante de doctorado en la Universidad Penn State, comenta que el comité de su departamento tenía tan poco poder que llegó a incluir a un miembro problemático de la facultad porque así “haría menos daño que en otros sitios”.

Dos ingredientes parecen imprescindibles para poner en marcha comités DEI realmente efectivos. En primer lugar, que tenga una sana combinación de investigadores jóvenes (estudiantes de grado, posgrado y postdocs), ya que suelen actuar más rápidamente que la facultad a la hora de resolver problemas relacionados con el clima laboral. Al mismo tiempo, los comités sin miembros del profesorado suelen estar indefensos. Macy Huston, estudiante de doctorado en la Universidad de Penn State que estudia microlentes gravitacionales, ruega a las personas con puestos de más autoridad que se unan a los esfuerzos de los comités DEI: “Necesitamos científiques titulares, con seguridad en sus puestos de trabajo y que sean respetades y escuchades. Es decir, necesitamos que intervengan regularmente.” Los comités necesitan miembros que tengan peso en la facultad, y que usen su poder y privilegio sin reprimir a otras personas.

Por otro lado, los grupos minoritarios que se pretende apoyar deben estar adecuadamente representados en los comités, ya que sin ellos las personas aliadas no pueden ayudar tanto. Como subraya la Dra. Claudia Antolini, comunicadora científica, “hay que tener en cuenta que las personas que más saben sobre una comunidad son precisamente las que pertenecen a esa comunidad”. Aún así se necesita cierto equilibrio, porque pedir a personas marginadas que resuelvan sin apoyo las desigualdades sistémicas es, en sí mismo, muy injusto. Nicole Man, científica de datos en el Pacific Northwest National Laboratory, cuenta que sintió mucha tensión como estudiante de pregrado mujer, queer y de color, al asumir gran parte de la carga organizativa en las iniciativas DEI. “Hacíamos una labor invisible, y suspendíamos los exámenes por ello.”

¿Qué pueden hacer los departamentos?

Asumiendo que un departamento tenga ya un comité DEI en funcionamiento y con el poder para mejorar el clima laboral para personas queer, ¿en qué aspectos debería centrarse? Para empezar debería asegurarse de que, como siempre al empezar un nuevo proyecto, todes sus componentes hayan leído bastante del tema como para ponerse en antecedentes. Hay bastante documentación y guías de buenas prácticas mucho más completas que este astrobito que pueden ser buenos puntos de partida. La Sociedad Americana de Astronomía publicó la segunda edición de su “Guía de buenas prácticas para la inclusividad LGBT+” en 2018, y Rasmussen recomienda leer dos artículos sobre personas no binarias en astronomía (astrobites se hizo eco de uno de ellos en 2019). Además, se está trabajando en un tercer artículo que será enviado a una revista revisada por pares en cuando esté terminado.

Con estos recursos en mano, hay varias medidas simples pero efectivas por las que un departamento puede empezar a hacerse más inclusivo para astrónomes queer. Un punto de partida es abordar un tema recurrente en estas entrevistas: la mayoría de departamentos carecen de baños de género neutro. Avery Kiihne, estudiante de la Universidad de Rutgers, cuenta que tiene que ir a otro edificio para poder usar un baño neutro. Megan Thompton, estudiante de la Universidad de Texas en Austin que trabaja con estrellas binarias separadas, señala que el edificio en el que trabaja sí cuenta con baños neutros, pero sólo en dos de las 19 plantas (en la planta baja y la 14), que incluyen a tres departamentos independientes. Convertir más baños de género (o al menos alguno) en baños neutros debería ser una tarea sencilla, pero inexplicablemente muchos departamentos se niegan a hacerlo.

Normalizar el explicitar los pronombres [personales] durante las presentaciones también puede contribuir a crear un clima más acogedor. Para personas trans y no binarias puede ser incómodo llamar la atención sobre sí mismas al ser las únicas que especifican sus pronombres al inicio o durante el transcurso de una reunión, por lo que los departamentos deberían animar a todo su personal a dar a conocer sus pronombres si se sienten a gusto con ello. Esto supone una diferencia notable en los itinerarios que toma el estudiantado al progresar en el mundo académico; una persona con la que hablé me dijo: “al empezar la licenciatura, una de las cosas que miré en cuanto a quién acudir fue si especificaron sus pronombres en su firma de correo electrónico.”

Una vez que los departamentos han tomado las medidas necesarias para asegurar que no alienan a astronomers queer, pueden pasar a apoyarles activamente. Shavonne Morin, estudiante de doctorado en Penn State que ha trabajado sobre volátiles lunares, señala que las personas queer se enfrentan a desafíos diferentes en distintos campos: los centros LGBTQ+ a nivel de campus pueden ser útiles, pero cada departamento debería considerar también ofrecer recursos específicos para el asunto. Hutchison y Parts comentan que los códigos de conducta impulsados por estudiantes son una forma de responsabilizar a las personas, y coinciden en destacar la importancia de reconocer los logros científicos de personas queer. En este sentido, Hutchison menciona el programa “Unique Scientists” con el que colabora, que fomenta la representación combatiendo los estereotipos sobre “qué pinta tienen” realmente las personas científicas.

Por supuesto, las personas aliadas pueden ir mucho más allá. Fletcher Waller, estudiante de máster en la Universidad de Victoria dice, “Me habría encantado ver a personas que se consideran aliadas LGBTQ poniendo una pequeña pegatina con la bandera arcoiris en la puerta de su oficina, una pequeña pista que diga ‘oye, puedes detenerte aquí’.” Las declaraciones implícitas o explícitas de solidaridad con las minorías cambian, de hecho, las percepciones y los itinerarios que las personas toman en el mundo académico: Parts menciona que apreció mucho el gesto de un profesor que decidió ir a las reuniones del comité del departamento por iniciativa propia.

Recursos para astrónomes queer

Si un departamento no ofrece el apoyo suficiente (o simplemente ninguno), existen recursos específicos para astronomía y redes de apoyo para astrónomes queer. El Comité para Orientación Sexual y Minorías de Género en Astronomía (SGMA, por sus siglas en inglés) de la Sociedad Americana de Astronomía (AAS) lleva una década apoyando a astrónomes LGBTQ+, así como proporcionando recursos y apoyo. Muchas de las personas a las que entrevisté son o han sido parte de SGMA y animan a otras personas a aprender más sobre ello.

Sin embargo, para la SGMA puede ser difícil llegar a estudiantes universitarios, ya que no suelen asistir a conferencias ni participar en organizaciones nacionales. Kiihne señala que “como estudiante en la universidad es muy difícil contactar con los [grupos] más nacionales”. Esto es especialmente importante porque en la etapa universitaria el estudiantado es susceptible de abandonar por la falta de sistemas de apoyo formales. Muchas personas de la comunidad astronómica buscan apoyo en otras iniciativas o estructuras más informales: conectar con otres astrónomes en Twitter supone una fuente de aliento, mientras que en los últimos años muchos chats grupales y servidores de Discord han conseguido unir a personas no binarias de la comunidad astronómica. Como dice Charlotte Olsen, estudiante de posgrado en Rutgers: “Ahora tengo gente a la que llamo mis amigues que nunca he conocido en persona”.

Otro recurso especialmente útil para estudiantes que solicitan plaza en universidades y astrónomes que buscan puestos en las facultades es la “Outlist” de Astronomía y Astrofísica, que mantienen Yao-Yuan Mao y Omer Blaes. Se trata de un sitio web para que tanto astrónomes queer como personas aliadas firmen con su nombre, contribuyendo a incrementar la visibilidad LGBTQ+ y mostrando dónde pueden encontrar apoyo las personas que lo necesiten. Esto puede suponer una enorme diferencia para futures estudiantes, profesores y personal queer que busquen puestos académicos.


Este astrobito no pretende ser una descripción general exhaustiva de lo que los departamentos pueden y deben hacer para proteger a astrónomes queer; nadie puede hacer eso en sólo unas miles de palabras. Lo que pretende es poner nombres a conceptos y grupos sobre los que a menudo se habla únicamente en abstracto y en conjunto. Los baños de género neutro no son sólo para personas no binarias y trans; son para Avery Kiihne y Fletcher Waller y Megan Thompson. Los ambientes de trabajo acogedores no sólo los fomentan los comités DEI; existen gracias al duro trabajo de Taylor Hutchison y Macy Huston y Winter Parts y Kaitlin Rasmussen. El acoso y la intolerancia no son sólo un problema para las minorías subrepresentadas como grupo; han causado dolor y daño a Shavonne Morin y Claudia Antolini y Charlotte Olsen y muchas, muchas más personas. Como dice Nicole Man, “Parece que les científiques miran los números en vez de quiénes son esos números.” Creo que esto debe cambiar, y debe cambiar ya. Les astrónomes necesitan escuchar las experiencias de las personas más vulnerables de nuestra comunidad, incluyendo astrónomes queer.

Y sí, la mayor parte de la responsabilidad de crear una comunidad más inclusiva recae sobre las personas aliadas, como debe ser. No es tarea de los grupos reprimidos salir de los agujeros a los que otras personas les arrojaron. Esto no es, en absoluto, tarea fácil, pero la comunidad astronómica ha estado a la altura de las circunstancias una y otra vez ante otros retos aparentemente sísifos. Hemos tomado imágenes de agujeros negros a decenas de millones de años luz, hemos simulado las condiciones de los corazones de las estrellas más calientes, hemos observado miles de millones de años en el pasado y hemos detectado ondas en el tejido del propio espaciotiempo. Como dice Antolini, “No te dejes engañar por el ‘pero es difícil’. Sí, ¿sabes qué? Es difícil. Así que puedes seguir diciendo que es difícil y que no te importe, o romper la cadena que ha estigmatizado y marginado a personas queer durante siglos. Es uno o lo otro, ya sabes, ¿de qué lado de la historia quieres estar? Para ti, es una elección. Nosotres no podemos elegir. Así que elígenos a nosotres.”

Nota de traducción: al traducir cualquier texto, las traducciones literales no siempre capturan bien el significado de modismos y frases hechas. En casos como este, como traductores hacemos nuestro mejor esfuerzo para mantener el espíritu del artículo original, y no tanto el significado literal de las palabras. También intentamos proporcionar enlaces a conceptos en el idioma traducido en lugar de en el original, siempre que sea posible. De este modo queremos reconocer la naturaleza de nuestras traducciones como una colaboración entre les autores originales y les traductores.

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