Título: The Bubble Nebula NGC 7635 – testing the wind-blown bubble theory
Autores: J.A. Toalá, M.A. Guerrero, H. Todt, L. Sabin, L.M. Oskinova, Y.-H. Chu, G. Ramos-Larios and V.M.A. Gómez-González
Institución del primer autor: Instituto de Radioastronomía y Astrofísica, IRyA-UNAM, Apartado postal 3-72, 58090, Morelia, Mich., Mexico
Estado: Aceptado para MNRAS, acceso abierto en ArXiv
Astrobites original: EPIC Wind-Blown Bubble? por Gloria Fonseca Alvarez
Las nebulosas son regiones brillantes de gas ionizado y proporcionan algunas de las imágenes más bellas de la astronomía. Dos de los tipos de nebulosas más comunes son el resultado de una estrella que termina su vida: la nebulosa planetaria como la Nebulosa del Anillo, y los restos de supernova como la Nebulosa del Cangrejo. Otro tipo de nebulosa son las regiones H II que están ionizadas por las estrellas circundantes, por ejemplo, a través de los vientos estelares. El tema del artículo de hoy es NGC 7635 o la nebulosa de la Burbuja (que se muestra en la Figura 1), una región H II alrededor de una estrella tipo O – BD+60°2522.
Es ampliamente aceptado que la nebulosa de la Burbuja se origina de vientos poderosos que provienen de BD+60°2522. A medida que el material fluye fuera de la estrella a altas velocidades (~ 2000 km / s), calienta el medio interestelar a través de choques, creando una burbuja de material ionizado alrededor de la estrella. Las estrellas calientes masivas, además de tener vientos potentes, se espera que sean fuentes brillantes de rayos X y, en algunos casos, produzcan emisiones difusas de rayos X en burbujas sopladas por ese viento. Debido a su morfología simple, NGC 7635 es un buen objeto para estudiar los efectos de los vientos masivos de una sola estrella, lo cual es necesario para comprender los efectos de los grupos estelares jóvenes en el medio interestelar. Los autores del artículo de hoy usan observaciones de longitud de onda múltiple para estudiar la nebulosa de la Burbuja y su estrella ionizante, y descubren que quizás la burbuja no es producida por simples vientos.
Para buscar la emisión difusa de rayos X en la nebulosa, los autores utilizaron imágenes profundas de las cámaras europeas de imágenes de fotones (EPIC, por sus siglas en inglés) en XMM-Newton. Antes de que cualquier análisis pueda ser hecho, la emisión de fondo no asociada con la burbuja debe sustraerse de la imagen. La imagen resultante de la región nebulosa, que se muestra abajo en la Figura 2, no muestra evidencia significativa de la emisión difusa asociada con las burbujas de viento. La fuente de emisión brillante y algo extendida es la estrella misma, como es esperado para las estrellas tipo O. Después de identificar y eliminar cualquier fuente puntual dentro de la región de la nebulosa en la imagen, se puede extraer un espectro para estimar un límite superior de la luminosidad difusa de rayos X y el número de las densidades electrónicas, que luego se pueden usar para comparar con lo que predice la teoría.
Para estudiar la dinámica y la estructura de NGC 7635, los autores utilizaron espectros de alta resolución del Espectrómetro Manchester Echelle (MES-SPM) en el Observatorio Astronómico Nacional en México. Los espectros 2D resultantes muestran una posible morfología de doble burbuja, apoyada por los diferentes perfiles de velocidad que se muestran en la Figura 3.
La existencia de una subestructura en la nebulosa, junto con el alto movimiento propio de BD+60°2522, podría significar que NGC 7635 no es una simple burbuja de viento, sino que fue causada por una estrella fugitiva que se mueve a través del medio interestelar. La falta de emisión difusa de rayos X podría explicarse por la falta de inestabilidades que conducen a material mezclado dentro de la nebulosa.
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