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Historia de dos observatorios: astronomía y comunidades indígenas en el suroeste de EEUU

Este artículo es una traducción del Astrobite original A Tale of Two Observatories: Astronomy and Indigenous Communities in the Southwest US, escrito por Mia de los Reyes

Esta publicación continúa nuestra serie sobre las interacciones entre la astronomía (predominantemente) occidental y las comunidades indígenas de todo el mundo. Otros posts de la serie: Hawai`i (su traducción aquí).

América del Norte tiene una larga historia de asentamientos coloniales y de expulsiones forzosas de comunidades indígenas desde sus tierras nativas. Es por esto que casi todas las instituciones académicas y astronómicas de Canadá, Estados Unidos y México se sitúan en tierras robadas. Esta historia es extensa y va más allá del alcance de este Astrobito, pero si quieres leer más sobre este tema puedes hacerlo aquí y aquí (links en inglés).

En este Astrobito nos centraremos en dos casos de estudio sobre interacciones entre astrónomos y comunidades indígenas en el suroeste de los Estados Unidos.

¿”Un asunto sencillo”? Los Tohono O’odham y el observatorio nacional Kitt Peak

Izquierda: Observatorio Nacional Kitt Peak. (NOAO/AURA/NSF) Derecha: “Visita de Miss Indian American y Miss Papago a Kitt Peak”. (NOAO/AURA/NSF)

El primer observatorio óptico nacional que de los EEUU, el Observatorio Nacional Kitt Peak (KPNO), se encuentra en el sureste de Arizona, en tierras arrendadas a la nación Tohono O’odham por la Fundación Nacional de Ciencia de EEUU (National Science Foundation, NSF). Anteriormente conocida como la tribu Papago, Tohono O’odham es una nación soberana reconocida a nivel federal; hoy en día cuenta con casi 30.000 miembros.

Cuando los astrónomos comenzaron a buscar un sitio en EEUU para el observatorio en los años 50, las condiciones atmosféricas y de visibilidad del Kitt Peak, así como la distancia a ciudades cercanas, lo hizo destacar como sitio ideal para la astronomía. Sin embargo, poco después de elegir este lugar, el equipo de selección se dio cuenta de que estas tierras pertenecían a los Tohono O’odham. En 1956, la nación Tohono O’odham dio permiso a los astrónomos para subir al Kitt Peak, mientras que los guías O’odham les explicaban su importancia: Kitt Peak es sagrado para los Tohono O’odham, que llaman a la montaña “Iolkam Du’ag” y la consideran el jardín de I’itoi, el creador (fuente).

Miembros de la comunidad astronómica se reunieron con ancianos venerables y gobernantes de la nación Tohono O’odham, entre los que se incluían miembros del consejo del distrito Schuck Toak, donde se encuentra el Kitt Peak. Estas reuniones incluyeron una visita del consejo tribal a la Universidad de Arizona para mirar por un telescopio de 36 pulgadas (91 centímetros). “Les enseñamos cosas como la Luna y cómo el telescopio hacía las imágenes mucho más grandes y mostraba detalles, además de galaxias y planetas,” decía el astrónomo Helmut Abt. Poco después de esto, los Tohono O’odham accedieron a arrendar 200 hectáreas de terreno en perpetuidad a la NSF, y el KPNO fue oficialmente fundado en 1958.

Los detalles precisos de cómo surgió este acuerdo son oscuros. Muchos científicos señalan que obtener la aprobación del arriendo fue “un asunto sencillo”, como expresó el astrónomo Frank Edmonson, pero podría haber sido un proceso más complicado. El Consejo del Distrito de Tohono O’odham rechazó dos borradores previos del arriendo, y se discutió sobre si prohibir específicamente la entrada a las cuevas sagradas cercanas al pico a personas no pertenecientes a la tribu (aunque esto no apareció en la versión final del borrador del arriendo). Además, múltiples análisis posteriores mostraron que las opiniones de los O’odham estaban probablemente más divididas que lo que sugieren las narraciones de los astrónomos, y que incentivos monetarios podrían haber jugado un papel importante (Swanner 2013: 446-448).

Esta versión alternativa se hizo más evidente en 2005, cuando la nación Tohono O’odham presentó una demanda contra la NSF. La demanda afirmaba que la NSF había violado la Ley Nacional de Preservación Histórica al no consultar con la tribu y con la Oficina de Preservación Histórica de Arizona antes de comenzar la construcción de VERITAS (Very Energetic Radiation Imaging Telescope Array System), una propuesta para un detector de rayos gamma. Esta demanda ejerció aún más presión para revocar por completo el contrato de arriendo de la NSF, alegando que los intereses de la tribu no habían sido representados de manera justa cuando el arriendo se acordó inicialmente (Swanner 2015: 151-152). VERITAS fue finalmente reubicado en otra montaña.

Hoy en día aún se mantiene el arriendo por el KPNO. Desde entonces, el KPNO se ha esforzado en mantenerse en buenos términos con la Nación Tohono O’odham: el observatorio contrata preferentemente a personal de los O’odham y organiza programas de divulgación educativa específicamente para ellos, y el Centro de Visitantes de KPNO vende artesanía típica de los O’odham junto con los productos de astronomía. Pero la demanda de 2005 sugiere que estas relaciones no pueden describirse como “un asunto sencillo”, y que el proceso inicial por el cual el KPNO obtuvo los derechos de la tierra fue más polémico de lo que muchos astrónomos creen.

“Un carácter sagrado”: la nación apache de San Carlos y el Observatorio Internacional Mt. Graham

Izquierda: Ola Cassadore Davis, la fundadora de la ASC. (Foto: Robin Silver). Derecha: El Large Binocular Telescope en MGIO. (NOAO/AURA/NSF)

Otros observatorios en el continente norteamericano – incluso en la misma región – han tenido interacciones con comunidades indígenas muy distintas. El Observatorio Internacional Monte Graham (MGIO, por sus siglas en inglés), es dirigido por el Observatorio Steward, el brazo investigador del Departamento de Astronomía de la Universidad de Arizona. Mt. Graham, situado en el desierto de Sonora al sur de Arizona, es hoy en día parte del bosque nacional de Coronado.

En 1984, astrónomos de la Universidad de Arizona y otros institutos de investigación propusieron construir en Mt. Graham el telescopio más grande del mundo. Mt. Graham fue eliminado de la reserva de San Carlos en 1873 por el gobierno de los EEUU y se convirtió en terreno público (Swanner 2013: 361). Como resultado, a pesar de que la montaña estaba situada tradicionalmente en tierras apache, no se requirió que MGIO negociara formalmente con la nación apache de San Carlos bajo la ley estadounidense.

En su lugar, grupos medioambientales se opusieron inmediatamente a MGIO, señalando que el único hábitat conocido de una especie en peligro de extinción – la ardilla roja de Mt. Graham – se encontraba cerca de la cima de la montaña. La polémica mantuvo el proyecto estancado, hasta que el congreso estadounidense aprobó un rider (cláusula) legislativo en 1988 (Título VI de esta ley) obligando al servicio forestal estadounidense a permitir la construcción de tres telescopios en Mt. Graham. Esto dio inicio a una larga batalla legal desde 1989 hasta 1994 (puedes ver las decisiones judiciales aquí, aquí y aquí). Pero en medio del conflicto entre MGIO y ambientalistas, una nueva facción comenzó a alzar su voz: la nación apache de San Carlos, quienes consideran sagrado Mt. Graham (conocido como “dził nchaa si’an”). Según los ancianos venerables apache, la montaña es el hogar de espíritus danzantes que también tomaron forma humana, así como de “agua bendita […] y hierbas sagradas y un lugar de entierro” (Swanner 2013: 324-325).

Esta no fue la única vez que la preservación de la cultura constituyó un problema para MGIO. Durante los conflictos públicos de los años 80, dos santuarios habían sido descubiertos en uno de los picos de Mt. Graham. En respuesta a esto, la Universidad de Arizona mandó formularios a diecinueve tribus reconocidas federalmente de la zona. Sin embargo, la tribu apache de San Carlos no respondió – más tarde, el jefe de la tribu negó haber recibido nunca la carta, y el Consejo Tribal presentó formalmente que ninguna carta habría constituido una “investigación o consulta” apropiada (Swanner 2013: 367). Además, el silencio como respuesta puede en sí mismo tener importantes connotaciones sociales en la cultura apache, y muchos antropólogos han señalado que los apaches son por lo general reticentes en divulgar costumbres religiosas tradicionales a extraños.

No fue hasta 1990 cuando los ancianos de la tribu fundaron una organización sin ánimo de lucro, la Coalición de Supervivencia Apache (ASC, por sus siglas en inglés), específicamente para oponerse al MGIO. La ASC solicitó al Consejo Tribal de San Carlos que aprobara una resolución oficial para oponerse a los telescopios en Mt. Graham, y otras tribus (incluyendo a los Tohono O’odham), aprobaron resoluciones de apoyo (Swanner 2013: 386). En 1991, la ASC presentó una demanda contra el servicio forestal, reclamando que éste había violado la ley nacional de preservación histórica. A medida que los retrasos y restricciones financieras se iban acumulando, las instituciones socias comenzaron a retirarse de la colaboración MGIO; la Universidad Estatal de Ohio retiró el apoyo para el telescopio llamado torpemente “Columbus”, y la Institución Smithsonian decidió ubicar su Submillimeter Array en Maunakea, Hawai`i.

El conflicto de la tierra sagrada se complicó aún más con la participación de una de las instituciones socias: el Observatorio del Vaticano, que opera el Telescopio de Tecnología Avanzada del Vaticano (VATT, por sus siglas en inglés, pero conocido coloquialmente como el “Pope Scope”) en MGIO. En 1987, el papa Juan Pablo II visitó Arizona e instó a los nativos a “preservar y mantener vivas vuestras culturas, vuestras lenguas, los valores y costumbres que os han servido bien en el pasado y que proporcionan una base sólida para el futuro”. Aun así, en respuesta a las reclamaciones de la ASC por el lugar sagrado, el padre George Coyne (un astrónomo jesuita que era el director del Observatorio del Vaticano) escribió “no estamos convencidos por ninguno de los argumentos presentados hasta ahora de que Mt. Graham posea un carácter tan sagrado que impida el uso responsable y legítimo del terreno” (Swanner 2015: 157).

Estos comentarios, repetidos por otros astrónomos y sacerdotes jesuitas, indignaron a muchos miembros de la Nación apache de San Carlos y a otras comunidades nativas americanas, quienes vieron esto como una negación colonialista de la validez de la cultura indígena. Esto a su vez intensificó las divisiones políticas entre los apaches de San Carlos, algunos de los cuales apoyaron la construcción de telescopios y creían que el Consejo Tribal no debería haber gastado recursos en la demanda de ASC.

Aun así se mantuvo una fuerte oposición al MGIO, incluso después de que empezara finalmente a construirse en 1989 y de que la demanda de ASC fuera rechazada en 1992. En el aniversario número 500 de la llegada de Cristóbal Colón a las Américas, un grupo de unas 200 personas asaltaron el Observatorio Steward para protestar por los telescopios en Mt. Graham. La construcción del  Large Binocular Telescope (que fue llamado originalmente “Columbus”) estaba programada para comenzar en 1993, pero fue retrasada durante años debido a varias demandas de la ASC y grupos medioambientales. Finalmente, una segunda cláusula del congreso en 1996 (sección 335 de esta ley) fue requerida para permitir el comienzo de la construcción del telescopio, e incluso así éste no fue completamente terminado hasta 2003 debido a la falta de presupuesto.

A día de hoy, MGIO consta de sólo 3 de los 13 telescopios que el Observatorio Steward planeó originalmente. Las relaciones entre la comunidad astronómica y otras facciones de la población siguen siendo tensas. Aunque el observatorio realiza cursos de verano para estudiantes de instituto de San Carlos, la página de “History” (historia) en la web oficial del MGIO no contiene ninguna información sobre los apaches, y el Discovery Park del MGIO sólo referencia directamente a los apaches en una pequeña exhibición sobre mitos de la creación de todo el mundo. Las largas décadas de polémica entre MGIO y las comunidades indígenas han sido pasadas por alto por gran parte de la comunidad astronómica.

Conclusión

El observatorio nacional de Kitt Peak y el observatorio nacional Mt. Graham son sólo dos ejemplos de cómo la astronomía occidental ha interactuado con comunidades indígenas. Está claro que para los dos observatorios, estas interacciones y sus resultados fueron parcialmente influenciados por un contexto social, histórico y cultural complejo. Es crucial – quizás ahora más que nunca – para los astrónomos entender estos contextos cambiantes.

KPNO y MGIO ilustran cómo los esfuerzos astronómicos afectan al resto de la sociedad. Nuestra civilización no es inherentemente mejor o peor que cualquier otra, nuestra propia historia no es objetiva o racional, y no será hasta que no reconozcamos esto cuando empecemos a aprender a seguir hacia delante.

Estén atentos a futuros Astrobites sobre cómo la astronomía predominantemente occidental ha interactuado con las comunidades indígenas en otras regiones del mundo.

El astrobite original fue preparado con la ayuda de varios autores de Astrobites.

Corrección: La versión original del Astrobite informó erróneamente que “los términos del contrato de arriendo [entre Tohono O’odham y KPNO] específicamente [prohibieron] que las personas externas a la tribu entren a las cuevas sagradas cerca de la cumbre”. El contrato de arriendo no menciona explícitamente estas cuevas , y el artículo ha sido modificado para reflejar esto.

 


N. de la T.: este astrobito estaba previsto para su publicación el viernes 20 de Septiembre, pero he decidido retrasarlo debido a mi apoyo personal a la huelga climática de este día.

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