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¿Vecinos en Venus? ¡No tan rápido!

Título: Phosphine gas in the cloud decks of Venus
Autores: Greaves, J.S., Richards, A.M.S., Bains, W. et al. 
Institución del primer autor: School of Physics and Astronomy, Cardiff University, Cardiff, UK
Estado del artículo: Publicado en Nature Astronomy (2020).

En algún lugar algo increíble está esperando ser descubierto“.
Carl Sagan

Cuando estaba en el colegio le pregunté a mi profesora de química qué es la vida. Ella realizó una larga pausa y dijo: ¡Mis hijas! Todavía sigue siendo una de mis respuestas favoritas. ¿Qué es la vida? ¿La que conocemos? A pesar de que tiene sentido buscar primero algo que se asemeje a nosotros, aún no sabemos si eso es realmente lo que debemos esperar. Si la vida extraterrestre está organizada en torno a combinaciones de moléculas diferentes a las de la vida en la Tierra, entonces por ahora nos queda díficil encontrarla. Podría ser que ya hayamos ignorado sus señales sin ni siquiera darnos cuenta.

¿Qué buscamos cuando buscamos vida extraterrestre? Buscamos ciertos indicadores de vida (como la que conocemos), tales como agua, oxígeno, compuestos orgánicos simples, especies portadoras de carbono no identificadas o, por ejemplo, los gases producidos por bacterias. Recientemente se propuso que cualquier fosfina (PH3) detectada en la atmósfera de un planeta rocoso es un signo de vida prometedor. La fosfina es un gas incoloro, inflamable, que explota a temperatura ambiente, levemente soluble en agua, extremadamente venenoso y que huele a ajo (según Wikipedia…). Detectar PH3 es prometedor porque en la atmósfera de la Tierra está asociado de manera única con la actividad humana o la presencia microbiana; la vida (que conocemos) produce este gas.

El 14 de Septiembre del 2020 un equipo internacional, liderado por Jane Greaves, reportó detecciones de fosfina en la atmósfera de Venus. Este resultado se obtuvo a través de mediciones con los telescopios James Clerk Maxwell (JCMT, en Hawai) y el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA, en Chile), en Julio de 2017 y Marzo de 2019, respectivamente. En la figura 1 se presentan los espectros tomados con ambos telescopios. Al observar y ajustar un espectro con un determinado modelo, se considera que una característica existe cuando la dispersión (la línea roja en la figura 1) es cercana a cero en comparación con el continuo (l:c ratio, en inglés). Para este ajuste sólo la característica PH3 alrededor de v=0 (km s-1) cumple este criterio, ya que las otras veces que la línea roja pasa por cero, a lo largo de la banda, tiene una alta dispersión.

Figura 1. Espectros de JCMT (verde) y ALMA (púrpura). Las líneas de absorción de las nubes de Venus se buscaron en el continuo creado por la superposición de características de emisión en su atmósfera. La figura muestra la relación de línea con el continuo (l:c ratio) versus la velocidad de desplazamiento Doppler referida a la longitud de onda de PH3. Crédito: Figura 3 del artículo original.

Como lo indica el equipo que relizó este trabajo, la detección de una transición (la 1-0) de PH3 no es una evidencia sólida para la existencia de vida en las nubes de Venus, ya que el entorno es extremadamente deshidratante e hiperacídico (condiciones que resultan inhóspitas para el tipo de vida que conocemos). Sin embargo, este resultado sí proporciona fuerte evidencia de procesos fotoquímicos o geológicos desconocidos.

Típicamente cuando tenemos datos de una observación o un experimento, utilizamos modelos para validarlos y ajustar sus parámetros. ¿Qué pasa si no tenemos “el” modelo o “un bueno” modelo? Podemos estar fundamentalmente sesgados y por eso muchas veces solamente encontramos lo que buscamos. De ahí la importancia de realizar ajustes con modelos agnósticos para caracterizar lo desconocido y estar abiertos a nuevos descubrimientos. Para discriminar entre procesos fotoquímicos o geológicos desconocidos y la existencia de vida en las nubes de Venus, es necesario modelar y experimentar más a fondo.

¡Ahora tenemos más razones para visitar nuestro vecino planeta y realizar mediciones in situ!

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