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Experiencia academica, Other topics

¿Altos niveles de estrés durante el doctorado? ¡No eres el(la) único(a)!

  • Título: You Are Not Your PhD: Managing Stress During Doctoral Candidature 
  • Autor: Ricky Wai Kiu Lau
  • Institución: Faculty of Medicine, Nursing and Health Sciences, Monash University, Melbourne, VIC, Australia.
  • Referencia: Lau, R. W. K. (2019). You Are Not Your PhD: Managing Stress During Doctoral Candidature. In Wellbeing in Doctoral Education (pp. 47-58). Springer, Singapore.

Resulta sorprendente que la literatura científica afirme que el 40% [1] de los estudiantes de doctorado experimentan *altos* niveles de estrés de manera continua y que, aún así, se hable muy poco al respecto, teniendo en cuenta el gran impacto del estrés en la salud mental. Desafortunadamente, existen pocos recursos para ayudar a quienes apoyan a los estudiantes de doctorado o incluso para los estudiantes mismos, quienes deberían tener una voz propia para abogar por una mejora en su propio entorno de formación doctoral. 

En el capítulo número seis del libro “Wellbeing in Doctoral Education” (Bienestar en educación doctoral), Ricky Lau cuenta su experiencia como estudiante de doctorado, desde una perspectiva profesional, para explorar las causas que le causaron estrés y ansiedad en su momento. El libro ofrece una variedad de historias personales que resaltan las diversas voces de los estudiantes de doctorado mientras exploran sus propios viajes de aprendizaje. La finalidad del libro es que, a través de estas historias, los estudiantes de doctorado puedan abogar por un entorno académico donde el conocimiento disciplinario adquirido durante el doctorado se desarrolle paralelamente de acuerdo con las habilidades necesarias para mantener un bienestar personal. El libro invita a reflexionar deliberadamente sobre las experiencias y desarrollar competencias interculturales.

El Dr. Lau comienza su narración a través de la complicada labor de determinar qué es el estrés, decidiendo adoptar la siguiente definición: “las percepciones o sentimientos que experimenta una persona cuando un entorno particular grava o excede los recursos personales o sociales de afrontamiento disponibles de la persona”. Esta definición es un poco técnica y difícil de desglosar para un plan de acción, teniendo en cuenta que además el estrés es subjetivo, en el sentido de que lo que puede ser considerado estresante para una persona, no necesariamente lo es para otra. Sin importar la definición formal, resulta fundamental entender que el estrés que experimentan los estudiantes de doctorado tiene fuentes particulares y además afecta a cada persona de manera diferente. 

En la situación particular del Dr. Lau, el estrés que él experimentó fue el resultado de su percepción de que carecía de recursos, en particular de sentir que no tenía las habilidades académicas, el apoyo necesario para tener éxito y su preocupación por lo que las otras personas pensaban de él. En esencia, esa ansiedad afectaba su autopercepción, efecto comúnmente conocido como el síndrome del impostor. El autor define el síndrome del impostor como el conjunto de sentimientos de inadecuación experimentados por personas dentro de la academia que indican un temor a ser expuestas como un fraude. Estos sentimientos no se atribuyen a medidas externas de competencia o éxito (por ejemplo, publicar artículos o ganar premios), sino opiniones personales de no ser lo suficientemente bueno o buena para el papel elegido (por ejemplo, ser un estudiante de doctorado o miembro del personal académico).

Algunos estudios (e.g., [2,3]) han demostrado que esta comparación social puede cambiar el estado de ánimo, dependiendo de la situación, de manera positiva o negativa. Por ejemplo, las comparaciones con aquellos que “parecen” mejores que uno mismo (comparación ascendente) pueden producir respuestas como la envidia, la hostilidad y la frustración. Por el contrario, las comparaciones con personas que “parecen” peores que uno mismo (comparación descendente) generalmente mejoran el bienestar. La diferencia en el efecto de las comparaciones sociales puede atribuirse a la autoestima y al nivel percibido de control que una persona tiene sobre una situación.

¿Cómo manejar el estrés y la ansiedad? En su análisis el autor notó que, dado que las experiencias de cada persona son diferentes, para él era fundamental tratar de evitar al máximo los sentimientos de inseguridad, dejando a un lado la necesidad de alcanzar la perfección. ¿Cómo? Guiando su atención en el momento presente, desarrollando una actitud de no juzgar, empezando a ser amable consigo mismo y a comprenderse en casos de dolor o fracaso. Esto a través de una reflexión en la cual analizaba sus problemas de una manera más amable y sin comparaciones ligeras. Para esto último, el autor notó que a través de la creación de un sentido de pertenencia dentro de su comunidad, podía obtener retroalimentación y una interacción entre pares, que le permitían una medida menos subjetiva de su desempeño. 

Además, el autor resalta que es necesario fomentar buenos hábitos de sueño. Cuando se tiene una percepción de pérdida de control, particularmente en relación con la finalización de estudios de investigación o dificultades financieras, en general se empiezan a reportar patrones de sueño alterados, lo cual afecta el rendimiento cognitivo de manera directa. 

Las comparaciones con otras personas sin la debida reflexión y de manera subjetiva, son quizá entonces la mayor causa de ansiedad de los estudiantes de doctorado. Los consejos para el éxito que el autor propone se pueden resumir de la siguiente manera: 

• Ser absolutamente consciente y cuidadoso a la hora de realizar comparaciones con los demás, es decir reflexionar deliberadamente

• Practicar una reflexión que cultive la atención en el momento presente y que permita adoptar una actitud de no juzgar.

• Ser compasivo con uno mismo en lugar de ser autocrítico.

• Desarrollar buenos hábitos de sueño.

Referencias:
[1]. Guthrie, S., Lichten, C. A., Van Belle, J., Ball, S., Knack, A., & Hofman, J. (2017). Understanding mental health in the research environment: A rapid evidence assessment. Cambridge, UK: RAND Corporation.
[2]. Aspinwall, L. G., & Taylor, S. E. (1993). Effects of social comparison direction, threat, and self-esteem on affect, self-evaluation, and expected success. Journal of Personality and Social Psychology, 64(5), 708–722.
[3]. Buunk, A. P., & Dijkstra, P. (2017). Social comparisons and well-being. In M. D. Robinson & M. Eid (Eds.), The happy mind: Cognitive contributions to well-being (pp. 311–330). Cham, Switzerland: Springer.

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